domingo, 27 de mayo de 2012

Estereotipos policía


En cuanto a la policía nos podemos encontrar estereotipos positivos y negativos. Una parte de la población tiene la imagen del tipo de policía honrado que hace lo posible por salvaguardar los barrios de las ciudades y los pueblos de crímenes, robos, solucionar situaciones de conflicto entre ciudadanos, eliminar el consumo y tráfico de drogas y en general, mantener el orden en las calles; y por el contrario otro porcentaje importante de la población ve a la policía como un cuerpo que se dedica a perseguir a la población más indefensa y débil como pobres, extranjeros, así como a realizar operaciones corruptas para su propio interés. Sobre todo, a raíz del movimiento “15 M” se ve a la institución de la policía como un cuerpo represivo que utiliza la violencia como único instrumento para disolver cualquier protesta pacífica que se produzca en las calles.
Los estereotipos negativos se han convertido en prejuicios; sobre todo en momentos de inestabilidad tanto económica como social y política; el rechazo a esta institución pública ha aumentado y mucha gente opina que la policía debería ser un cuerpo de  ayuda al ciudadano y de protección de sus intereses y no por el contrario para su persecución, olvidándose de que la policía cumple órdenes de sus superiores.
Así mismo puestos del cuerpo de policía debido a la “crisis” y a la falta de trabajo se han visto ocupados por personas sin verdadera vocación a esa profesión; lo que ha provocado en muchos casos una disminución en la calidad del servicio.
También decir que hay varios cuerpos diferentes en la policía y que cada uno tiene una función y formas de actuar y de controlar situaciones de manera diferente. Así “los antidisturbios” que son los que se encargan de “mantener el orden y acabar con los disturbios en las calles”, son los que peor imagen tienen de ellos la mayoría de la población ya que se exceden a la hora de cumplir su trabajo.
En cuanto a la policía municipal, podemos observar  que últimamente se ha deteriorado su imagen debido, igualmente, a la crisis de los últimos años ya que, por ejemplo se exceden en poner sanciones simplemente por el hecho de recaudar dinero.

Prejuicios y estereotipos hacia los vagabundos


Los vagabundos, llamados también personas sin techo o sin hogar, son un grupo social muy estereotipado, del que se tiene la imagen de personas que huelen mal, que viven en la calle con cartones, mal vestidos, siempre borrachos o consumiendo drogas y del que  pensamos que ha perdido su casa o su familia debido a las drogas o al alcohol.

Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones realmente esto no es así y  aunque sí que es verdad que se dan casos de personas sin hogar que llegan a esa situación por una adicción, también hay muchos otros motivos: separación matrimonial, pérdida del puesto de trabajo, enfermedades, falta de recursos económicos, un trastorno mental, la muerte de una persona querida, poca formación, etc.. No obstante, ninguna de estas circunstancias es suficiente para caer en una situación de exclusión social, pero cuando se dan varias a la vez en un mismo individuo y en un espacio muy corto sí pueden dar lugar a situaciones de exclusión social.

Otro estereotipo que tiene la sociedad es que todos los vagabundos son personas que viven en la calle y aunque el mismo término “sin techo” nos indica que no tienen casa, en muchos casos, las personas “sin hogar” duermen en pensiones baratas o albergues e intentan esconder su situación precaria y solitaria.

También se cree que todos los vagabundos practican la mendicidad, no buscan trabajo, consumen drogas, no tienen estudios, ninguno trabaja y sin embargo cómo podemos observar en los datos obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística de 2005, estas creencias son falsas y hay  personas sin hogar que nunca han consumido drogas, que trabajan, que tienen estudios incluso superiores, que no practican la mendicidad, etc. y que han caído en la exclusión social por alguno de los motivos expuestos anteriormente. (http://www.arrelsfundacio.org/es/que-sabemos/las-personas-sin-hogar)
Datos:
  • el 83% son hombres, la edad media es de 38 años y sus ingresos son de 302 euros al mes.
  • el 37,5% llevan más de tres años sin alojamiento propio. La mitad busca trabajo.
  • el 14,2% practica la mendicidad
  • el 46% tienen hijos
  •  
el 30% son abstemios y nunca han consumido drogas
  • el 64.8% tienen estudios secundarios y el 13,3% estudios superiores
  • el 17.5% recibe prestaciones públicas
  • el 51,8% son españoles y el 48,2% son extranjeros.
En relación a la principal fuente de ingresos:
  • en un 21% de los casos se desconoce cuál es la fuente de ingresos
  • en un 19,9% es el trabajo
  • en un 7,4% proviene de la venta de objetos o la prestación de pequeños servicios
  • en un 14,2% del que les da la gente por la calle
  • en un 9,2% de amigos y conocidos, y en un 7,2% de la familia
  • las pensiones contributivas en sus diferentes modalidades son la principal fuente de ingreso en un 7% de los casos
  • las pensiones no contributivas (PNC) lo son en un 5% de los casos, y la renta mínima de inserción (RMI) lo es en el 4%
  • queda un 5% que tienen como principal fuente de ingresos otras prestaciones, ONG, o bien carecen de ingresos

viernes, 25 de mayo de 2012

disCAPACITADOS

En el mundo laboral, hoy en día se presume de valores como igualdad, solidaridad e integración a todo tipo de personas, entre ellos, personas con discapacidad.
Pero realmente,  es una utopía, el empresario actual, en su mayoría, contrata a personas con discapacidad por el mero hecho de que va a recibir una subvención por ello, como si de un premio se tratara por esta buena acción.
Según menciona el artículo 7.1 de la Ley 13/ 1982, de 7 de abril, de Integración Social de las Personas con Discapacidad: ”…considera como personas con discapacidad y a efecto de lo igualmente establecido en ella, a «toda persona cuyas posibilidades de integración educativa, laboral o social se hallen disminuidos como consecuencia de una deficiencia, previsiblemente permanente, de carácter congénito o no, en sus capacidades físicas, psíquicas o sensoriales.”

Pero esta disminución está evaluada según su tipo y grado de discapacidad. Con un certificado legal y reconocido. No debe ser el empresario quien determine esto, o haga una criba con solo oír el tipo de discapacidad. Ni mucho menos permitir que se contrate con intereses propios, y una vez dentro de la empresa haga cualquier otra labor inferior a sus capacidades y cualidades y despedirles una vez sacado todo su jugo.

La situación de este colectivo según datos recogidos en INE:
      El 36,2% de las personas con discapacidad legalmente reconocida eran activos en 2010. El porcentaje de activos para la población sin discapacidad era del 75,9%, 39,7 puntos porcentuales superior.

-       Así, en el año 2010 un 61,6% de la población de personas con certificado de discapacidad en edad laboral tenía más de 44 años, frente un 5,8% que tenía menos de 25 años. Este hecho resultaba más significativo aún entre las mujeres, con un 64,7% de ellas con más de 44 años.



Un empresario, debe  evaluar que discapacidad es asumible para su empresa, para poder hacer un filtro. Informarse de todas ellas para saber sus capacidades y limitaciones, para hacer un llamamiento  a este colectivo. Conocer a la persona, ver sus cualidades como trabajador y así determinar si es adecuado para el puesto.
Enlaces relacionados
Raquel C.F.

jueves, 24 de mayo de 2012

Prejuicio a lo nuevo: Bullying



Voy a hablar sobre la película Bullying en la que  Yordi, un niño de 15 años entra en un nuevo colegio.

Desde el primer día unos compañeros le hacen la vida imposible hasta que decide quitarse la vida.

En el caso de la película el acoso se da por el hecho de entrar Yordi nuevo al colegio, pero en la vida real el acoso escolar se puede producir también  por  cualquier otro motivo ya sea por condición social, raza, sexo o simplemente por considerar inferior a una persona o más débil que el resto.

Las consecuencias  son diversas desde una baja autoestima, actitudes pasivas, trastornos emocionales, problemas psicosomáticos, depresión, ansiedad hasta pensamientos suicidas o suicidios como ocurre en la película cuando Yordi decide tirarse desde la azotea de un piso.

En la película la madre de Yordi pide ayuda al colegio para poder ayudar a su hijo, sin embargo la directora del colegio subestima la situación y defiende  la imagen del colegio alegando que nunca se ha producido acoso escolar en él. Esta situación ocurre en la realidad con frecuencia y muchas veces cuando el colegio empieza a actuar es demasiado tarde y el niño puede tener serios daños emocionales.

Es muy importante darse cuenta por parte de la familia o de las personas cercanas a la víctima de que el niño está siendo acosado. Nos podemos dar cuenta de malos tratos si la víctima se comporta de forma agresiva con los padres o maestros, si baja su rendimiento escolar, si no quiere ir a clase, si presenta heridas o moratones; aunque la situación se complica ya que las víctimas suelen no contar e incluso negar que es acosado como ocurre en la película ya que Yordi intenta ocultar en todo momento que algunos de sus compañeros le hacen bullying e incluso lo niega debido a que es amenazado y si dice algo puede haber repercusiones por parte de los acosadores y también no cuenta nada ya que le da vergüenza decir que sus compañeros le hacen la vida imposible.

El acoso escolar es una realidad que afecta a cientos de niños, quienes pierden la ilusión por estudiar y por vivir; acabar con este mal es asunto de todos.