En España con una cultura y herencia mediterránea, creemos en los valores, el respeto hacia las personas mayores, en nuestros queridos abuelos, nanas, yayos y yayas.
Añoranza de unos, ¡HIPOCRESÍA de otros!
Parece mentira, como la gente puede ser tan interesada, parece que no sean miembros de su propia familia, su sangre, que no sepan que gracias a ellos, a esos antepasados que desprecian, ellos viven.
Muchas personas, demasiadas, utilizan a sus propios padres ya ancianos, a sus abuelos para su propio beneficio, aquí dejo una ristra de posibles intereses:
- Empadronamiento.
- Tarjetas de residencia para aparcar.
- Compra de propiedades.
- Avales.
- Dinero para grandes celebraciones, eventos, convites.
- Voto.
- Pensiones.
- Cuidado de los nietos.
- Herencia.
- Cambio de puntos del carnet de conducir.
- Obtener sus propias propiedades.
- Dinero.
Estos sucesos ocurren hoy en día, una vez ya crecidos y criados por ellos de una forma desinteresada, estos individuos independizados o no, quieren mejorar su vida a costa de sus antepasados. En vez de colmarlos de cuidados y atenciones, agradecerles todo lo que les han proporcionado en su crianza. En vez de ayudar y acomodar los años de existencia se dedican a tratarles como un desecho humano, un anciano senil que no da para más que un cruel beneficio. Esto se puede considerar abuso, maltrato psicológico, ya que esto no es querer, esto se llama interés. Muchas de estos ancianos indefensos, los abuelos, desgraciadamente, acaban destinadas en un lugar sin retorno: la residencia, aparcados por sus propios hijos y nietos.
Os invito a reflexionar con este cortometraje. Os sorprenderá.
Cuidar de vuestros seres queridos, ser esponjas de su sabiduría, experiencia y cariño. Acomodádles su día a día. Algún día tú llegarás a ser un abuelo.
Raquel C. F
Raquel C. F
No hay comentarios:
Publicar un comentario