Existe en nuestro país un debate abierto sobre el uso de las prendas tradicionales de la mujer musulmana.
Es frecuente ver en los medios de comunicación que aparezcan noticias acerca de la prohibición del velo en colegios o incluso en edificios y espacios públicos.
Actualmente en España no existe legislación estatal que regule el uso del velo, pero sí que hay doce localidades españolas (Galapagar, Coín, Lérida, Tarragona, Cunit, El Vendrell, Manresa, L'Hospitalet de Llobregat, Mollet del Valls, Martorell, Figueres y Roses) que han emitido ordenanzas municipales que prohíben el uso de los velos islámicos integrales como son niqab o burka dentro de edificios públicos.
Francia fue el primer país pionero en prohibir el burka y otros velos integrales como el Miqab, con multas para quienes lo lleven o penas de cárcel para quinees obliguen a ponérselo, además de prohibir símbolos religiosos en escuelas o institutos públicos.
En otros países como Alemania e Inglaterra no existe ley alguna que prohíba su uso y las alumnas musulmanas en los colegios tienen derecho a cubrirse con el velo.
En Bélgica sin embargo las funcionarias no pueden llevar el hiyab de cara al público y en las escuelas su uso debe ajustarse a la normativa de cada centro.
Mientras que en Irán y Arabia Saudi el velo está impuesto por el estado, pero en el resto de países musulmanes la mujer tiene la libertad de llevarlo o no.
Existe gran diferencia entre las prendas tradicionales de la mujer musulmana como se aprecia en la siguiente imagen, publicada en un árticulo del País.
No existen datos concretos de cuantas mujeres llevarían el velo integral en España, pero se calcula que alrededor de un centenar.
Existen multitud de puntos de vista que apoyan y rechazan las diferentes leyes y normativas de los países, existiendo una clara diferencia entre la visión de los países Occidentales y los musulmanes.
Mientras que en los países Occidentales solemos tachar de denigrante el uso el burka y el niqab, y nos compadecernos de las mujeres que llevan velo, además de pensar que la mayoría de las mujeres lo llevan como algo impuesto por la familia o la tradición. Autoras marroquís como Fatema Mernissi, aportan un punto de vista totalmente opuesto que hacen replantearse la visión que tenemos acerca de dicha cultura haciendo una similitud entre el velo invisible de las occidentales como pueden ser los ideales supremos de belleza que pretendemos alcanzar (como la delgadez, las dietas…) que se convierten también en un elemento represivo para la mujer en numerosas ocasiones.
Cada cultura es un mundo diferente y fascinante, que no podemos juzgar sin comprender y que depende considerablemente de la visión subjetiva con la que apreciamos lo que nos rodea.
Por ello, ya que vivimos en un país democrático, se deberían respetar los ideales y creencias de todas las personas y más aun si conviven numerosas culturas en el mismo, pero eso parece una tarea pendiente en España aún por resolver.
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