lunes, 2 de abril de 2012

PREJUICIOS EN LAS AULAS.

Un tema importante que en la actualidad se sigue dando son los prejuicios y estereotipos étnico-culturales en las aulas escolares.
Es cierto que en los centros escolares, que han ido incorporando un grado más de diversidad por la presencia del alumnado inmigrante, se han creado nuevos recursos externos de intervención específica con dichos escolares, pero para ello se debe saber las percepciones de los profesores  sobre los que son extranjeros ya que éstos atienden al alumnado en general y se han dado casos que algunos maestros, con ideologías prejuiciosas, inconscientemente influyen en el ámbito escolar.
En el 2008 se realizó un trabajo de investigación sobre este tema en centros escolares de la provincia de Almería y los resultados por parte de los profesores son achacados hacia estos alumnos, en el que los cambios que se han producido con su presencia son valorados normalmente como negativos.
Básicamente los principales aspectos más nombrados en estos casos son el trabajo y el esfuerzo.
A parte, el profesorado llega a sentir el sentimiento de angustia y frustración, principalmente por la gran imposibilidad de comunicación con dichos estudiantes, ya que ellos no han sido preparados para ello.
Como es evidente, estos alumnos, necesitan más atención que muchas veces no pueden atender solo el profesorado que hay en el centro, y por ello los padres autóctonos pueden llegar a quejarse sobre un posible abandono académico hacia dichos alumnos. A raíz de esto, los padres y madres muestran ciertos prejuicios hacia el colectivo extranjero ya que se creen que la calidad educativa que sus hijos reciben podría reducirse por prestar más atención al otro colectivo.
En un artículo del periódico “El País”, sobre el racismo en las aulas y siguiendo un estudio por el observatorio de convivencia escolar, sacan a través de la encuesta  una clasificación discriminatoria. En el primer puesto se hallaban los gitanos. En el segundo los magrebíes. El tercer puesto, que fue borrado de la encuesta, estaban los catalanes, algo sorprendente encontrándose en la misma península. En cuarta posición, asombroso  también, estaban los judíos! Y a continuación iberoamericanos y africanos. Esta clasificación es algo alarmante en la sociedad, debemos tener presente siempre la denuncia a los acosadores y la defensa de los acosados, dentro y fuera de las aulas. Este artículo se titula “Si la bestia del racismo puede anidar en el ser humano, no contribuyamos a despertarla”. Y así debería ser, intentando combatirla con los instrumentos que nos procuran las ciencias de la información.
Hay que tener en cuenta que los prejuicios en los niños se van inculcando por influencia familiar, de los medios de comunicación, de los amigos, etc.  Por ello quizá deberíamos centrarnos más bien en que sean los adultos los que se conciencien de esto que los propios niños.
Quizá como posibles soluciones los alumnos en las aulas, tanto de origen extranjero como español, deberían conocerse entre ellos con igualdad de estatus social, enseñarles a trabajar de forma conjunta para conseguir un objetivo común y que se den cuenta que entre ellos no hay diferencias y que con la ausencia de uno el objetivo no se podría conseguir igual o incluso no llegarse a dar. Por supuesto se necesita la ayuda y apoyo de los educadores, padres, directores, etc.
Para llegar a referirnos a la situación ideal en la que debemos encontrarnos toda persona en general, y sobre todo en personas inmigrantes debemos utilizar el término “integración”. En muchas ocasiones  la delincuencia se generaliza en todas las personas inmigrantes y los niños rechazan la relación con ellos. Se debería hablar de ello en clase, por parte de los profesores, de forma preventiva y dejar claro que cada uno tiene su cultura, aunque haya una cultura predominante,  se debe respetar para conseguir una aceptación mutua y una adaptación entre escuela y comunidad inmigrante.









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